domingo, 29 de agosto de 2010

En el cumpleaños de Michael Jackson


Media docena de tipos disfrazados de Michael Jackson bailan en el Prospect Park de Brooklyn, el pulmón verde del barrio neoyorkino. Sombreros, guantes plateados y trajes negros para emular a su ídolo. Celebran los 52 años que hubiera cumplido el rey del pop el 29 de agosto y al que el director de cine Spike Lee ha querido recordar organizando, por segundo año consecutivo, una fiesta a la que han acudido varios miles de personas. El realizador prepara una película que, con el título Brooklyn loves Michael Jackson, narra la lucha de un grupo de vecinos de esta zona por celebrar un concierto de homenaje al artista.

Un disc-jockey subido al escenario preparado para la ocasión enlaza a un ritmo endiablado los clásicos de Jackson: Thriller, Smooth criminal, Black or white, The girl is mine... Da igual que caiga el calor a plomo sobre la pradera. Jackson parece revivir entre el auditorio, en su mayoría de piel negra, que en las primeras filas agita los abanicos con la imagen del mito cuando niño. “Brooklyn loves Michael Jackson. Happy birthday”, muestran en carteles y camisetas. El resto lo pone la música para confirmar el tremendo poder de convocatoria que sigue teniendo el artista y, como si fuera un karaoke gigante, convertir a los espectadores en estrellas durante 30 segundos. Es su dedicatoria para el mito mirando al cielo. Hasta una agente de policía que vigila detrás de las vallas no puede evitar la tentación de acompañar con los labios las letras de las canciones del pinchadiscos.


En una zona del parque hay un mural en el que el público puede dejar mensajes. “El mundo te necesita, MJ. Te echamos de menos”, “Gracias por los momentos que me diste”, “Embajador del amor” o “príncipe de la paz” son algunos de ellos traducidos del inglés. Bob, que es diseñador gráfico, se ha acercado a recordarle. “Fue tan grande como James Brown”, asegura este hombre de 40 años, que recuerda a Jackson como un artista fundamental en la historia de la música. A Jeserica, también de raza negra, su ídolo formará parte de su vida “forever”, esto es, para siempre.

En las primeras filas se empieza a detectar un mayor movimiento. El animador de la fiesta reclama a los miembros del club de fans que han acudido vestidos como el cantante. Una coreografía de cinco minutos con las enseñanzas del maestro sube la temperatura del homenaje. Movimiento de pies, brazos eléctricos y esa energía en la mirada que le hicieron grande antes de la decadencia final. El espíritu de Jackson sigue vivo. Brooklyn lo sabe y lo celebra bailando a su ritmo.






2 comentarios:

  1. Siempre me ha sorprendido la devoción de los fans de los artistas fallecidos, llámense MJ, Elvis, Jim Morrison o Jimi Hendrix, en las fechas en que se conmemora su muerte. Creo que al Rey del Pop lo honraron en todas partes ayer, aunque no con esa muestra tan mastodóntica que tú viviste en NY.

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