Cáceres-Cádiz-Nueva York, tres destinos para un verano, caminos para intentar mudar del piel y volver a ser el mismo, aquel tipo preocupado por el tiempo que iba pidiendo horas a la vida con las que querer crecer.
Brilla el faro en la madrugada de agosto. Marca la dirección a los barcos que encienden la luz de mi mirada. Hay estrellas que presumen de belleza, canciones que suenan y unas lágrimas de cansancio, quizá de oxígeno... Los ojos buscan el horizonte oscuro, la línea de los mares del sur, la luz de guía de ese faro que en invierno tanto echaremos de menos...
Ha empezado un viaje. Sigue la pista de tu impulso. Llegarás lejos.
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